miércoles, enero 17, 2007

polillas



debajo de mi frasada vieja me doy cuenta que ya no abriga como antes
los colores estan gastados
no se si por el sol
o por la falta del mismo

huele a tierra y aunque despierta muchos recuerdos
los agujeros dejan pasar una correntada fria
que convierte mi cuerpo en un desconsertante temblor

la textura de lana, antes gruesa y con un peso amable, hoy descansa sobre mi piel
como una seda casi invisible
no se si yo me volvi insensible
o si lo que antes me protegia
y calentaba
y consolaba
hoy no es mas que un viejo y gastado trapo
que habla de lo que fue
pero que nunca volvera a ser

guardado en un baul de madera
descansa mi colcha de parches y ya es ella
ella que necesita de mi
y no al reves